martes, 9 de marzo de 2010

La Sociedad en la Baja Edad Media


Tras el brillante siglo XIII, Europa entraba con el nuevo siglo en una fase de estancamiento que perduraría hasta el primer tercio del siglo XV. Este estuvo provocado por distintas causas: las pestes del siglo XIV producirían una crisis demográfica con importantes connotaciones socioeconómicas. A esta se unió una crisis espiritual, institucional y política.

El monarca francés Felipe IV el Hermoso (1285-1314) con cuyo reinado se inició la crisis financiera de Francia, pórtico a su vez de la crisis económica de todo el occidente europeo del 1317 al 1317, aprovechó la consolidación de la monarquía y buscó independizarse de toda autoridad extra nacional superior a la suya.

La crisis financiera le obligó a repetidas devaluaciones de su moneda. Muy pronto, la presión económica sobre el clero le hizo entrar en conflicto con el Papa Bonifacio VIII, al que logró hacer prisionero, aunque fue liberado poco después. Al morir el Papa el mismo año de su prisión, le siguió un breve pontificado, e inmediatamente fue elegido Clemente V, obispo francés al que Felipe IV consiguió atraerse y que fijar su residencia en Avignón, bajo el pretexto de una supuesta inseguridad en la ciudad de Roma.

Durante la mayor parte del siglo XIV los Papas fueron franceses y su sede se instaló en Avignón, conociéndose este período (de 1309 a 1377) con el nombre de cautividad de Babilonia.

El prestigio del Papado disminuyó por estas circunstancias desfavorables, implicando una situación de desconfianza en toda la Cristiandad.

Los problemas económicos del monarca francés le hicieron acusar a los Templarios de toda clase de crímenes, consiguió atraerse al Papa Clemente V, quién decretó la supresión de la Orden en 1311, y el reparto de sus bienes entre el rey de Francia y la Orden del Hospital.

Este asunto afectó a gran parte de la Cristiandad, causando gran revuelo, haciendo cada vez mayor el deseo de que el Papa regresase a Roma y evitara la injerencia civil francesa.

En el primer cuarto del siglo XIV se puso de relieve la ruptura del equilibrio a que había llegado Europa en el siglo anterior. Las mentalidades sociales, las creencias religiosas, el espíritu científico, la plataforma económica y las estructuras políticas experimentan profundas transformaciones.

Los aspectos más destacados fueron: las grandes epidemias (Peste Negra), la Guerra de los Cien Años, el avance turco en Oriente, el repliegue de la Cristiandad, y los males de la Iglesia en particular el cisma de Occidente.

La crisis del Pontificado y de la Iglesia en los siglos XIV y XV debilitó su posición en los espíritus y contribuyó a la ruina de la unidad cultural europea. El poderoso despliegue del individualismo hizo que la Edad Media acabara en la diversidad.

El siglo XIV fue un siglo inquieto y crítico. En los ataques de Felipe el Hermoso al Pontificado pueden buscarse los orígenes de la Reforma.

A mediados del siglo XIV comenzó la Guerra de los Cien Años y Europa fue diezmada por la Peste Negra.

El tipo de civilización agrícola y feudal, ha dejado paso a otra urbana y nacional. La transición del mundo medieval al moderno no sucede en la poca que estudiamos, sino que radica en los cambios verificados con el despertar de Europa desde el siglo XI. En realidad, a fines del siglo XII la transición ya se ha iniciado.

LA REGRESIÓN DEMOGRÁFICA Y SUS CONSECUENCIAS

A comienzos del siglo XIV, la población del Occidente europeo en continuo aumento desde el XI, invirtió bruscamente la curva demográfica. Es posible que fuera debido a una disminución de la natalidad, prueba manifiesta de una menor vitalidad y optimismo. Pero, sobre todo, las causas fueron las hambres y las pestes, sobre todo durante el siglo XIV.

Entre 1315 y 1317 centroeuropa sufrió de hambre, lo que produjo un estado general de debilidad que facilitó el avance de las epidemias. La más famosa fue la "peste negra" (1347-1351) importada de Extremo Oriente por marinos genoveses. Las pérdidas fueron importantisímas, llegando al 40% de la población de Inglaterra.

El retroceso perduró hasta la primera mitad del siglo XV, aunque al finalizar el Cuatrocientos los cambios coyunturales comenzaron a crear las condiciones más favorables a un mayor desarrollo demográfico.

DURACIÓN Y LÍMITES DE LA CRISIS BAJO MEDIEVAL. MATICES REGIONALES.

Desde comienzos del siglo XIV Europa comenzó a estabilizar las tendencias progresivas que la habían impulsado desde el año 1.000, entrando en un período de clara estabilización que perdura hasta 1350. Entonces se inicia una contracción de todas las actividades.

Si bien las variantes regionales imponen mucha cautela, se distinguen los siguiente períodos de contracción económica:

- desencadenamiento de la crisis económica general (1380-1420)

- fase aguda de la depresión (1445-1455)

- etapa de inmovilización deflacionista (1455-1490)

Las ciudades de los Países Bajos, del Báltico y de Italia se pueden librar de la crisis general de las ciudades.

En las postrimerías del siglo XV, el Occidente europeo vuelve a encontrar cohesión y unidad. Las monarquías autoritarias afirman la posición del Estado, la sociedad encuentra un nuevo equilibrio jerárquico y la economía experimenta un beneficioso estímulo, impulsado en parte por el flujo de metales preciosos americanos. A fines del siglo XV se prefiguran los rasgos de la expansión económica de la centuria siguiente.

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